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Foto del escritorCristy Cornejo

Finales e inicios


Cuando llegamos al final del año a muchos puede llegar a pasar que nos encontramos en momentos donde finalizamos estudios, proyectos o trabajos. Estos eventos se vuelven un momento importante en nuestra vida no solo por el cierre y conquista de una meta, que ha sido obtener una experiencia significativa para poder seguir usando a lo largo de nuestras vidas, sino que también porque hay una carga de emociones que acompaña el momento. Emociones de felicidad, tristeza, sorpresa, miedo, satisfacción, y muchas otras según haya sido nuestra experiencia.


Pero, veámoslo cada uno con sus pro y contra, primero los finales. Cuando finalizamos un estudio, proyecto, o trabajo, puede ser un momento cumbre de logros y fracasos que nos llevaron a ese punto, hemos dedicado muchos años a esta experiencia, y a lo largo de ellos hemos ido cambiando nuestro carácter y métodos para resolver problemas. Sin embargo, al finalizar una experiencia que ha durado tantos años, con una rutina clara y enfocada a una meta, el no tenerla al día siguiente que todo termino puede ser un poco traumático, o significativo el sentimiento de vacío, pero este es momentáneo, hasta que haya otra actividad que llene este vacío con nuevos retos y metas.


Los finales nos ayudan a saber que podemos cumplir metas si nos enfocamos, que todo en la vida cambia, y nosotros vamos cambiando con el tiempo. Incluye despedidas de personas, y de lugares muchas veces. Obtenemos títulos, certificaciones, años de experiencia, amistades y otras experiencias que no quisiéramos recordar pero que también han aportado a nuestro crecimiento personal y profesional.

En el caso de los inicios, nuestras emociones están al tope junto a la expectativa de lo que se viene, sueños de estudiar, ganar experiencia, crecer personal y profesionalmente, expectativas de mejora y avance en nuestras vidas. Muchas veces sentimos que nos reactiva y genera en nosotros una carga de energía positiva ante la posibilidad de esta nueva experiencia. El inicio de un estudio, proyecto o un trabajo lleva una nueva responsabilidad, un tiempo lleno en nuestra agenda diaria, y nos abre la oportunidad a conocer nuevas personas, y lugares, que tomarán tiempo conocer y adaptarnos.


Los inicios nos recuerdan que la única constante en nuestra vida es el cambio, y debemos ser flexibles e ir adaptándonos a medida reconozcamos el contexto que nos rodea, establezcamos metas a corto plazo y nos sumerjamos en esta nueva experiencia de vida, con todo y los miedos que podamos tener, pero que no nos impidan seguir adelante nuestro camino.


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