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¿Es obligatorio ser líder?


En la vida a todos nos empujan a ser líderes (o a una buena parte), nos preparan o empujan a prepararnos como uno. ¿Es obligatorio ser líder? ¿Por qué todos quieren ser líderes? La respuesta a la primera pregunta es No, a secas, pero sí es necesario tener el control de tu vida para tu plenitud y bienestar. La respuesta a la segunda interrogante, porque se nos presenta que la mejor vida la tiene quién “manda”.Pero ser líder es cuestión de que quieras serlo y preparase para ello, no solo tener las habilidades innatas que tantas veces hemos escuchado como, es mandona, es líder, o a él le gusta ordenar quién va a hacer que, en los proyectos, es líder.


¿El líder se hace o se nace?


Son muchas las personas que nacen con habilidades de liderazgo como:



  1. Lograr metas y resultados, eres capaz de establecer proyectos y lograr concretarlos. Planificar y establecer estrategias, tener visión a los posibles resultados y lograr obtener el más cercano, ya que el líder comprende que no tiene control de todo, pero sí se puede estar preparado ante lo que se puede presentar en el camino de nuestros proyectos y actividades, y saber cómo actuar, no improvisar.

  2. Ser un facilitador del aprendizaje a otros, ser capaz de transmitir confianza y transmitir conocimiento, no guardarlo. El líder sabe que, si el equipo en conjunto se prepara y no solo una persona, se pueden obtener mejores respuestas a los mismos problemas, y no se depende de que todas las soluciones deben venir de una sola persona, mientras que las demás ejecutan la decisión que toma esa persona. Todos somos personas que podemos aportar valor, en la medida que nos conozcamos y sepamos donde aportar.

  3. Ser un buen comunicador con una escucha activa, más que un habla activa. Conocer a cada miembro del equipo, conocer sus habilidades, destrezas y capacidades, poder generar conversaciones de construcción y de reconocimiento al aporte que hacen todos. Para comunicar un líder siempre debe ser claro, no puede hablar con indirectas, humillar, recalcar infinitas veces la falla de una persona cuando ya se ha corregido. Un líder no deja de serlo por ser amable, empático y tranquilo, existe mucha confusión en este rol, donde se enaltece al líder que es lo opuesto, muchos hablan de que “establece autoridad” y ven como un líder débil.

  4. Además, debe tener un dominio de sí mismo, es decir, inteligencia emocional. Esta habilidad va cambiando a medida que vamos creciendo, depende de la madurez alcanzada por las personas, es trabajada y reforzada con ejercicios para su desenvolvimiento, es un trabajo constante con nuestras emociones. Esta característica del líder no quiere decir que oculte nuestras emociones cuando está molesto, o explotas con malas palabras, insultando y maldiciendo a todos los que encuentra por lo que ha pasado. Esta habilidad no la enseñan ni en el colegio, ni en la universidad, y mucho menos en el trabajo. Son casos contados en los que sí se hace. Estamos acostumbrados en todo caso a ver casi siempre el liderazgo de la persona que pasa al frente de una tarima y todos los demás debemos hacer silencio para escucharlo.

  5. Por último, un líder debe saber gestionar y relacionarse con los demás. Esto no quiere decir que el líder le cae bien a todo el mundo, siempre tendremos el factor que nadie es monedita de oro, para caerle bien a todos. Pero sí estar dispuesto a la adaptación y ser flexible, así como saber acomodar los recursos humanos, materiales y de equipos o tecnología que se tienen a disposición en los proyectos que se emprenden. Es decir, saber cuándo tomar riesgos medidos.

Si has llegado hasta esta parte de la lectura, es porque te evaluaste con la lista de habilidades que los líderes presentan cuando decimos que “nacen”, pero ¿puedo formarme para ser un líder?

Ser un líder y querer ser un líder son dos cosas diferentes.


Caso1: ser líder, y no querer serlo. Un caso fácil de asociar es cuando el rol pudo haber sido establecido porque eras el hermano o hermana mayor y te tocó liderar, desde este papel a tus hermanos menores, y existen casos donde los hermanos mayores evitan y no ejercen ese rol, simplemente porque no quieren hacerlo, este es un claro ejemplo de haber nacido y no querer ser líder. Las personas no estamos obligadas a ser líderes, pero existen casos y cuestiones de vida que pueden haberte obligado a asumir el rol.


Caso 2: no ser líder, pero querer ser líder. Sigamos con el caso de los hermanos,aquí la vida te ha dado quizás algunos momentos de liderazgo, o en ocasiones has demostrado las habilidades que he mencionado anteriormente. Entonces, no fuiste el hermano mayor que naciste con el derecho a liderar a tus hermanos menores, pero si quieres ese papel, y lo tomas cada vez que tienen la oportunidad. Un ejemplo sería, cuando sales con tus padres y tu hermano mayor no está, y tú rápidamente asumes el rol y te gusta tener la oportunidad.

Caso 3: no eres líder y no quieres serlo. Lo que está bien, no se puede obligar a nadie a ejercer un liderazgo en una situación determinada. Lo que podríamos provocar es incomodar a esta persona, y no en el sentido de “sacarla de su zona de confort”, sino en irritarla porque tomará una decisión en base a la presión, y luego del resultado sentirá que debía tener a una persona liderando, ya que se siente hábil y capaz desde el área que ejerce, y la cual no está relacionada con ese rol de líder. Esto debo recalcar con énfasis, no hace menos o más a las personas que quieren o no quieren ser líderes. Volviendo al caso de los hermanos, este pudiera en ocasiones ser el hermano menor, el consentido, en muchas ocasiones, disfruta la libertad de no tener que encargarse de las responsabilidades y actitudes que debería tener un líder, si tiene a otros hermanos que pueden asumir este rol por él o ella (y que en muchas ocasiones es por costumbre, jamás les permitieron liderar por depender de los hermanos que no desarrollan esta habilidad de manera natural).


¿Cómo me sigo formando para fortalecer mi liderazgo?



Hay un mito en primer lugar que hay que desmitificar, que hay ciertas carreras de grado universitarias que están asociadas con formar “líderes”. En todo caso forman y proveen a los futuros profesionales con herramientas de administración, gestión, logística y organización de empresas e industrias y sus recursos. Pero, esto no significa que hayan abarcado todo el espectro de competencias que deben tener un líder que obtiene este rol a nivel laboral. Tienen una ventaja sobre las carreras donde no se ven estos temas, si y mucha en estos casos.


Existen muchos programas de formación continua que están enfocados a desarrollar las competencias del liderazgo. Pero cómo escogerlos es la clave.


A dónde voy, ¿cómo desarrollo mi liderazgo? No todos podemos desarrollarlo en el mismo lugar, primero debemos de conocernos, y saber que es lo que queremos mejorar de nosotros.


¿Quién soy yo para mí? ¿Quién soy yo para los demás? ¿A dónde voy? Preguntas que usualmente si alguien nos las hace, nos detenemos a pensar, y que normalmente no nos hemos detenido en nuestra vida a establecer un plan de vida que nos permita proyectarnos a futuro de lo que queremos ser y hacer. El detenernos a respondernos a nosotros mismos estas preguntas, aunque cambien la respuesta a medida vayamos creciendo, de verdad lo recomendamos como la dsescuela, ahorra muchos no me alcanzo el dinero, no puedo hacerlo, no se que quiero, solo unos tienen la oportunidad de hacerlo, ya que no todos estamos destinados a hacer las mismas cosas en la vida, para buscar el mismo camino.


Este proceso de conocernos dura toda una vida, y experimenta cambios a cada momento, pero lo que es seguro que a medida vamos fortaleciendo nuestro desarrollo con estudios y auto-conocimientos, podemos afrontar la vida con optimismo y mayor seguridad en nosotros mismos y en el control que ejercemos sobre nuestra vida, no necesariamente si ejercemos un rol de liderazgo.


Luego está el escoger a donde estudiar, y esto será en base a la competencia o los conocimientos que busco adquirir personalmente, ¿qué meta de desarrollo tengo conmigo? A partir de esto podemos ir descartando entre la gran oferta de estudios, talleres, seminarios, capacitaciones, maestrías y postgrados abiertos a todo público.


Ser líder = Ser dueño de mi vida


No necesariamente y no son complementarios entre sí.


Ser líder además de una habilidad, es una decisión, ya que quieres serlo y lo haces en algún determinado ámbito de tu vida. Pero debes formarte para desarrollar y potenciar estas habilidades y corregir los comportamientos que te alejan de ser una persona que genera un impacto positivo a los demás.


Ser líder no tiene un camino o una forma determinada, existen varios tipos de liderazgo de acuerdo con las personalidades de las personas.



Ser dueño de tu vida, es tomar las riendas de las decisiones que involucran tus aspiraciones, metas personales, qué es lo que quieres tu realizar en la vida, que no sea una oportunidad ofrecida por otros. Esto quiere decir, que no sea otra persona la que te diga eres bueno en esto, y te dedicas a algo que descubriste que eras bueno, pero no era lo que querías hacer todos los días.



Tomar el control de tu vida, es definir fechas para tus proyectos, y luego revisar cómo te fue, si ¿te gusto?, ¿lo repetirías?, ¿qué te dejó? ¿por qué lo haces?


Establecer un plan de vida que vas adaptando según vas madurando y ganando experiencia, te permite enfocar tus energías en lo que te llena de satisfacción, esto no significa que te llenará de millones y resolverá tus problemas, ni mucho menos que te traerá la felicidad. Pero, será un mejor camino el quejarte y frustrarse por las oportunidades que tuviste que aceptar, porque no se te abrieron otras oportunidades que hubieras querido para ser la persona que querías. No dejes de ser la persona que quieres ser, y se flexible contigo mismo, para adaptarte a medida que vayas creciendo y viviendo cada una de las etapas de la vida.


¿Qué es lo que quisieras en realidad de ti? ¿Qué planeas harías para lograrlo? ¿Puedes ponerle fechas y medir el resultado? ¿Te animas a intentarlo? ¿Qué podrías perder? ¿Qué podrías ganar?

Para ser el dueño de tu vida no necesitas ser líder de otros, pero si tu propio guía. No es obligatorio ser líder de otros, y no debes sentirte menos si tu rol en la sociedad no es de liderazgo. Muchos somos hábiles y disfrutamos nuestros roles desde el lado técnico de la vida, el lado artesanal y manual, desde las artes y lo físico de los deportes, o dentro de equipos y comunidades.


A medida la vida cambia y nuestros pensamientos también, no siempre querremos las mismas cosas en diferentes etapas de la vida, muchas veces los intereses personales nos llevan a obtener títulos y carreras, a formar parte de grupos y comunidades y luego a no ejercerlas o aplicarlas pero lejos del punto base, y todo esto no tiene que ver muchas veces con liderar a otros. Nuestro enfoque personal debe estar en potenciar nuestros talentos, lograr nuestro bienestar y plenitud como personas y ciudadanos.


Para finalizar, ¿En que nos va a ayudar desarrollar nuestras habilidades de liderazgo? Pues sí volvemos a la parte donde se describen las habilidades que un líder posee, no crees que sería algo grandioso que pudieran afrontar los retos con ese ímpetu.


Este blog continuará…


Fuente: https://www.forbes.com.mx/las-habilidades-que-un-lider-debe-desarrollar/

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